A mediados del año 783 Pan de Molde nació en un lugar fresco y seco, en el seno de una humilde familia de hacedores de pan.
Tenía muchos hermanos, pero enseguida destacó por su carácter altruista y generoso, cosa que le llevó a dejar pronto su aldea y viajar por todo el mundo en busca de cosas que le hicieran sonreír.
Visitó cientos de lugares y vio cosas que nadie creería y un buen día decidió empezar a tomar registro de todas esas aventuras. Se le ocurrió hacerlo mediante ilustraciones que iba recogiendo en un cuadernillo, regalo de su querida abuelita Torta de Pueblo. Dibujó en plan realista, en plan abstracto, diseñó tipografías y desarrolló un arte minimal y conceptual. Deconstruyó muchas cosas e hizo una reflexión sobre los contrastes ultraperiféricos del consumismo establecido.
Así transcurrieron bastantes años en los que alcanzó la felicidad suprema y conoció a personas de bien, hasta que un terrible día conoció a personas de mal. Estas personas le tomaron preso sin motivo aparente, simplemente por envidia y celos y se dedicaron a torturarle en una húmeda y cálida mazmorra que poco a poco fue deshaciendo su cuerpo. Un 28 de febrero con vientos de levante y chubascos débiles a moderados, Pan de Molde abandonó esta dimensión para gozo de sus captores y desgracia del resto del mundo.
Por eso el 28 de febrero honramos a San Pan de Molde, y celebramos la alegría, el derecho a soñar y el poder dedicarse a lo que uno quiera.
Gora Pan de Molde! ¡Viva Pan de Molde!
Y qué mejor forma de celebrar este día tan especial que haciendo un concurso... Estad atentos, pronto os diremos más cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario